Una breve reflexión sobre las biomasas residuales en el Oriente Antioqueño
En nuestro Oriente Antioqueño tenemos un escenario de diferentes cultivos y actividades agroindustriales de las cuales disponemos de una heterogeneidad de biomasas residuales. Bajo este escenario podemos decir que estamos frente a un potencial energético, el cual se puede disponer si se tiene la voluntad de los factores como la política, lo financiero, lo económico y lo tecnológico de la región. El potencial energético al cual hago referencia es la transformación de la biomasa en mediante procesos termoquímicos, como pueden ser: secado, torrefacción, pirolisis y gasificación; estos procesos pueden ser una alternativa para tratar las biomas residuales. En historia cerca del siglo XXI, se conoce la inversión realizada por la FAO (Food and Agricultural
Organization) al entregar horno pirolíticos en la región del Oriente Anitoquieño en la primera década del siglo XXI, estos hornos se dispusieron para tratar la biomasa residual en busca de productos bioquímicos y biofísicos que se reutilizaran para la agricultura.
En la actualidad, los hornos pirolíticos están en desuso por falta de la integración de los factores mencionados anteriormente, este desuso se puede utilizar como una oportunidad para generación de proyectos en los cuales intervengan las Universidades locales, los organizaciones gubernamentales y el sector privado involucrado, que permitan darle un tratamiento a las biomasas residuales que generan e impacten no sólo la huella de carbono de manera favorable, sino las huellas hídricas y huellas ecológicas en el Oriente Antioqueño.
Artículo elaborado por: Víctor Hugo Borda Yepes – David Alejandro Granados Morales