Fallas del servicio
El reciente fallo jurídico relacionado con la tragedia del colapso de la Unidad Residencial SPACE, o el síndrome de los “edificios enfermos”, ha afectado a entidades que aparentemente “habían pasado de agache” respecto a la responsabilidad que ante los hechos debieron asumir. Específicamente el Municipio de Medellín.
El argumento de la ocurrencia de aparentes “fallas de servicio”, se ha venido utilizando políticamente por la izquierda extrema, en forma justa y también injusta, para juzgar y condenar a los militares que presuntamente han incurrido en dichas fallas, al propiciar eventualmente la ejecución de delitos de lesa humanidad durante el desarrollo del denominado “conflicto armado”, enmascarando la realidad del terrorismo subversivo, que ha azotado a Colombia por décadas.
Es entonces conveniente recordar, porque aparentemente se olvida con frecuencia, lo que dice la Constitución Política de Colombia en su artículo segundo: “Las autoridades de la República están instituidas para PROTEGER a todas las personas residentes den Colombia, EN SU VIDA, HONRA BIENES, CREENCIAS y demás derechos y libertades, y para asegurar el CUMPLIMIENTO DE LOS DEBERES SOCIALES del Estado y de los particulares”.
También en el artículo 115 del mismo documento, se lee: “LAS GOBERNACIONES Y LAS ALCALDÍAS, así como LAS SUPERINTENDENCIAS, los establecimientos públicos y las empresas industriales o comerciales del Estado FORMAN PARTE de la Rama ejecutiva.
Entonces, no debe extrañarse que en la actualidad, en el fallo mencionado, se impongan sanciones al Municipio de Medellín, porque la percepción general es que dicho estamento, tuvo repetidas “fallas de servicio” relacionadas con la “pandemia de los edificios enfermos” y en los enormes perjuicios causados a los damnificados. Pero también es claro que, por las mismas razones, al Departamento de Antioquia y a las Superintendencias del caso, también les cabe una gran responsabilidad. Evidentemente las responsabilidades no pueden endilgarse en forma única a las actuales administraciones, porque los eventos se han desarrollado a través de varias administraciones anteriores.
Estas “fallas del servicio”, también se han presentado en la supuesta prevención que debió tenerse para evitar un sinnúmero de eventos catastróficos cuya aparición se incrementa con la llegada de las temporadas invernales. Dicha prevención se debió extender, al desarrollo de toda clase de proyectos de infraestructura que afectan a la población en general, aún a las etapas de proyecto, diseño, ejecución y mantenimiento de los diversos elementos que constituyen la infraestructura estratégica, y, también, para evitar el desborde descontrolado de los asentamientos urbanos. El tratamiento dado a las laderas del Valle de Aburrá, constituye, en general, una muestra fehaciente de que a lo largo de varias administraciones locales, proliferaron las “fallas de servicio”.
Ciertamente, los primeros en presentar ese tipo de fallas, son los denominados organismos de control que hacen parte del aparato estatal, pero es preciso detenerse también en las entidades y organizaciones particulares que promueven y ejecutan muchos proyectos. En términos generales se ha carecido de las simples verificaciones de que los procesos se ajustan a las disposiciones legales vigentes y a las normas, códigos y disposiciones de la buena práctica desarrolladas conforme al estado de la ciencia y el conocimiento. Al respecto se ha carecido de la suficiente autocrítica para evaluar permanentemente los procedimientos establecidos.
En general, y en todos los órdenes propios del desarrollo normal comunitario, con el aumento incontenible del volumen de información a procesar, es evidente que a pesar de contar con herramientas cada día mejores, se ha rebajado la intensidad de la verificación, el seguimiento y el control sobre el cumplimiento de los parámetros de aceptación y conformidad que los mínimos de calidad y funcionalidad requieren, lo que, encada caso, claramente, constituye una “falla de servicio” de los responsables involucrados.
Es preciso reconocer que las “fallas de servicio” se presentan, también, en muchos otros ámbitos del acontecer diario, como son los procesos involucrados en la formación de las futuras generaciones, y el comportamiento gremial relacionado con el protagonismo que obligatoriamente deben asumir sus afiliados, temas que, serán objeto de otras discusiones en los análisis propios de la prospectiva.
Tomás Castrillón Oberndorfer
Ingeniero Civil